A lo extenso de siglos, el romance ha despertado el interés de artistas y investigadores de dentro y fuera de España. Su trascendencia en la literatura de España es tan enorme que podría considerarse a los romances como la columna vertebral de la poesía de España.
No pienso que tal designación sea bastante desproporcionada si poseemos presente que el romancero ha mantenido su vigencia durante algunas épocas, enriqueciendo, igualmente, las colecciones cultas y famosas. Por su extensa vida y la diversidad de sus protestas, puede compararse a un árbol con varias ramas que se nutren de la misma savia ancestral e inagotable.
