Bastará con mencionar dos, pero muy importantes: la imprenta y la brújula. Es verdad, que resulta muy difícil determinar quienes son los autores auténticos de muchos inventos, porque, muy a menudo, tanto por modestia como por desinterés, los inventores de otros tiempos no permitían que sus nombres se difundieran entre el pueblo. Pero, según los numerosos testimonios de que se dispone actualmente, no parece dudoso que se deba atribuir estas dos invenciones al pueblo chino.