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Sagot :
Respuesta:
Una vez en el bosque mágico de Cosquillitas, vivía un ser diminuto y travieso conocido como el Hada de las Cosquillas. Este hada no era malvada, pero le encantaba hacer cosquillas a todos los animales que habitaban en el bosque.
Una mañana soleada, el Hada de las Cosquillas decidió salir a pasear por el bosque y llevar alegría a sus amigos. Se acercó sigilosamente a una ardilla que estaba buscando bellotas y con una carcajada juguetona, le hizo cosquillas en las patitas. La ardilla se retorció de risa y agradeció al hada por hacerle pasar un momento tan divertido.
Luego, el Hada de las Cosquillas se encontró con un conejo saltarín y no pudo resistirse a la tentación de hacerle cosquillas en sus orejas esponjosas. El conejo dio saltos de alegría y le pidió al hada que le visite más a menudo para jugar y reír juntos.
Así, el Hada de las Cosquillas recorrió todo el bosque, haciendo cosquillas a cada criatura que encontraba: desde los pájaros en los árboles hasta los insectos en el suelo. Todos se contagiaban de risa y felicidad gracias a las travesuras del hada.
Al final del día, el Hada de las Cosquillas regresó a su hogar en el tronco de un árbol hueco, sintiéndose feliz y satisfecha por haber llevado alegría a sus amigos del bosque. Y así, cada día, el bosque de Cosquillitas se llenaba de risas y sonrisas, gracias a la magia del Hada de las Cosquillas.
Y colorín colorado, este cuento de cosquillas ha terminado.
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