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La turgencia es un proceso vital en las células vegetales, ya que permite a las plantas absorber agua y mantener su estructura y función. La vacuola, como organela central de la célula, juega un papel crucial en el control de la turgencia.
La vacuola es un compartimento dentro de la célula que se caracteriza por tener una membrana semi-permeable y ser rico en lisozimas, enzimas que digieren proteínas. En condiciones normales, la vacuola está llena de jugo celular, un fluido que contiene solutos, electrólitos y agua.
Durante la absorción de agua por las células vegetales, la vacuola se expande y se lleno de agua, lo que aumenta la presión osmótica dentro de la célula. Esto provoca que la membrana celular se estire y se vuelva más rígida, lo que impide que la célula se hinche excesivamente.
Además, las lisozimas presentes en la vacuola pueden digerir proteínas y otros macromoléculas que pueden obstruir el camino del agua y prevenir su entrada excesiva en la célula. Esto ayuda a controlar la turgencia y evitar que la célula se hinchase demasiado.
La vacuola ayuda a controlar la turgencia en las células vegetales al:
De esta manera, la vacuola juega un papel fundamental en el mantenimiento de la estructura y función de las células vegetales.