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Respuesta:
Ser un hombre liberado del pecado generalmente se refiere a estar en un estado de gracia o perdón, libre de la culpa y las consecuencias del pecado. En contextos religiosos, especialmente en el cristianismo, esto implica haber recibido el perdón de Dios a través de la fe en Jesucristo y su sacrificio redentor. Este concepto conlleva varias implicaciones:
1. **Perdón Divino**: La persona ha sido perdonada por Dios por sus pecados, lo cual es un acto de gracia divina.
2. **Vida Nueva**: Se experimenta una transformación interna que lleva a una vida nueva, guiada por los principios y valores del Evangelio.
3. **Liberación de la Culpa**: Se libera de la carga y la culpa del pecado, viviendo con una conciencia limpia.
4. **Relación Restaurada**: Se restaura la relación con Dios, que se había visto afectada por el pecado.
5. **Santificación**: Inicia un proceso de santificación, donde la persona busca vivir de acuerdo con la voluntad de Dios, alejándose de prácticas pecaminosas.
Este estado no implica la perfección moral, sino una posición espiritual de reconciliación con Dios y un compromiso constante con el crecimiento espiritual y la obediencia a los mandamientos divinos.