Todos los seres vivos tienen una composición química similar y por lo tanto aparecen los clásicos bioelementos en todos ellos (carbono, hidrógeno, oxígeno, nitrógeno, fósforo y azufre) además de otros elementos secundarios pero también bastante similares en los seres vivos. Esos bioelementos forman biomoléculas comunes para todos los seres vivos como los glúcidos, los lípidos, las proteínas y los ácidos nucleicos así como algunas otras menos representativas.
