No hay mal que cien años dure: este refrán significa que aunque algo este mal siempre volverá a estar bien.
A caballo regalado no se le miran los dientes Este refrán nos recomienda aceptar aquello que nos regalan sin pensarlo demasiado, evitando la descortesía de analizar exhaustivamente la calidad del obsequio, así como resaltar sus defectos o fallos o ponerlo en valor
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No hay mal que cien años dure: este refrán significa que aunque los negocios de la hermana de Laura estén mal, se recuperan.
A caballo regalado no se le miran los dientes: este refrán significa que ella debería valorar más el regalo que le hizo Antonio y no ser tan descortés.
