Las potencias vencedoras de la guerra se reunieron en Viena y tras haber reorganizado el mapa de Europa queda de la siguiente forma:
Inglaterra: le conceden unas bases marítimas y obtiene Hannover.
Rusia: obtiene Finlandia, dos tercios de Polonia y la Bersarabia. Esta casi dobla su población.
Prusia: consigue parte de Polonia, la Pomerania Sueca, parte de Sajonia y Renania.
Austria: pierde Bélgica y adquiere parte de Polonia y varias zonas más.
Francia: conserva sus fronteras tras haber montado todo ese follón.
Bélgica: fue unida a Holanda.
Dinamarca: cede Noruega y recibe los ducados de Holstein y Lauemburgo.
