Vale la pena señalar que la llegada de los pueblos bárbaros al Imperio Romano de Oriente y Occidente coincidió particularmente con un período en el que Roma se encontraba bastante débil, política, económica, militar, social y culturalmente. Como bien el nombre lo indica, los pueblos bárbaros se caracterizaban por llegar e invadir territorios de manera violenta y poco común.
La manera de actuar y desplegarse del pueblo bárbaro hizo mella rápidamente en la ya debilitada de Roma. Sus actos no solo le valieron la expansión sino que su llegada, influía al pueblo romano a comportarse como ellos, a cometer actos violentos y poco comunes.