Almorzaba casi siempre en su casa, hacía una siesta de
diez minutos sentado en la terraza del patio, oyendo
ensueños las canciones de las sirvientas bajo la fronda de
los mangos, oliendo los pregones de la calle, el fragor de
aceites y motores de la bahía, cuyos efluvios aleteaban por
el ámbito de la casa en las tardes de calor como un ángel
condenado a la podredumbre. Y luego leía durante una
hora los libros recientes, en especial novelas y estudios
históricos, le daba lecciones de francés y de canto al loro
doméstico que desde hacía años era una atracción local. A
las cuatro salía a visitar a los enfermos.
Gabriel García Márquez: "El amor en los tiempos del
cólera"
Al leer el fragmento subrayado se puede deducir que:
Opciones
OA. La percepción del entorno era lo suficientemente
desagradable como para doblegar los sentidos.
OB. Los ángeles se pudren en la contaminación
se genera de las actividades en la cotidianidad.
que
C. El protagonista se sentía desdichado ante la
levedad de sus sentidos a la hora de enfrentar el mundo.
OD. Las características de las calles son la mejor
manera para expresar el sentimiento de gozo del
protagonista.