breve reseña histórica de Fotosíntesis.
debe empezar por el año o siglos actual y de último el siglo o año más antiguo.
En la Antigua Grecia, Aristóteles (Fig. 1), propuso una hipótesis que sugería que la luz solar estaba directamente relacionada con el desarrollo del color verde de las hojas de las plantas, pero esta idea quedo relegada a un segundo plano. De hecho, no volvió a ser analizada hasta el siglo XVII, cuando Stephen Hales, hizo mención a la hipótesis de Aristóteles.
Durante el siglo XVIII comenzaron a surgir trabajos que relacionaban los conocimientos de la Química con los de la Biología. En la década de 1770, el clérigo inglés Joseph Priestley estableció la producción de oxígeno por los vegetales reconociendo que el proceso era el inverso de la respiración animal, que consumía tal elemento químico. Fue Priestley quien ideo la expresión de aire para referirse a aquel que contiene oxígeno y que proviene de los procesos vegetales, así como también fue él quien descubrió la emisión de dióxido de carbono por parte de las plantas durante los periodos de penumbra, aunque en ningún momento logró interpretar estos resultados.
En el año 1778, el médico holandés Jan Ingenhousz dirigió numerosos experimentos dedicados al estudio de la producción de oxígeno por las plantas, Algunos de sus mayores logros fueron el descubrimiento de que las plantas, al igual que sucedía con los animales, viciaban el aire tanto en la luz como en la oscuridad; que cuando los vegetales eran iluminados con luz solar, la liberación de aire cargado con oxígeno excedía al que se consumía y la demostración que manifestaba que para que se produjese el desprendimiento fotosintético de oxígeno se requería de luz solar. También concluyó que la fotosíntesis no podía ser llevada a cabo en cualquier parte de la planta, como en las raíces o en las flores, sino que únicamente se realizaba en las partes verdes de ésta. Como médico que era, Jan Ingenhousz aplicó sus nuevos conocimientos al campo de la medicina y del bienestar humano, por lo que también recomendó sacar a las plantas de las casas durante las noches para prevenir posibles intoxicaciones.
Senebier realizo nuevos experimentos que establecían la necesidad de la luz para que se produzca la asimilación de dióxido de carbono y el desprendimiento de oxígeno. También estableció, que aún en condiciones de iluminación, si no se suministra CO2, no se registra desprendimiento de oxígeno.
Thomas de Saussure demostró experimentalmente que el aumento de biomasa depende de la fijación de dióxido de carbono (que puede ser tomado directamente del aire por las hojas) y del agua. También realizo estudios sobre la respiración en plantas y concluyo que, junto con la emisión de dióxido de carbono, hay una pérdida de agua y una generación de calor.
La denominación como clorofila de los pigmentos fotosintéticos fue acuñada por Pelletier y Caventou a comienzos del siglo XIX. Dutrochet, describe la entrada de CO2 en la planta a través de las estomas y determina que solo las células que contienen clorofila son productoras de oxígeno. H. von Mohl, más tarde, asociaría la presencia de almidón con la de clorofila y describiría la estructura de las estomas.
En la década de 1920, Cornelius Bernardus van Niel propuso, tras haber estudiado a las bacterias fotosintéticas del azufre, que el oxígeno liberado en la fotosíntesis provenía del agua y no del dióxido de carbono, extrayéndose que el hidrógeno empleado para la síntesis de glucosa procedía de la fotólisis del agua (ruptura de enlaces químicos por causa de energía radiante) que había sido absorbida por la planta. Pero esta hipótesis no se confirmó hasta el año 1941, tras, las Investigaciones realizadas por Samuel Rubén y Martin Kamen con agua con oxígeno pesado y un alga verde (Chlorella).
En 1937, Robert Hill logró demostrar que los cloroplastos son capaces de producir oxígeno en ausencia de dióxido de carbono, siendo este descubrimiento uno de los primeros indicios de que la fuente de electrones en las reacciones de la fase clara de la fotosíntesis es el agua. Aunque cabe destacar que Hill, en su experimento in vitro empleó un aceptor de electrones artificial. De estos estudios se derivó la conocida con nombre de Reacción de Hill, definida como la foto reducción de un aceptor artificial de electrones por los hidrógenos del agua, con liberación de oxígeno.
En la década de 1940, el químico norteamericano Melvin Calvin (Fig.2), Inició sus estudios e investigaciones sobre la futosintesis, que le valieron el Premio Nobel de Química de 1961. Gracias a la aplicación del carbono 14 radioactivo detectó la secuencia de reacciones químicas generadas por las plantas al transformar dióxido de carbono gaseoso y agua en oxígeno e hidratos de carbono, lo que en la actualidad se conoce como ciclo de Calvin.